La trazabilidad de la producción alimentaria será digital en los próximos años según todos los organismos que definen los estándares de producción del sector.
De ahora en adelante, las empresas deberán si o si, apostar por la digitalización de los procesos y procedimientos que exige la normativa y las buenas prácticas de seguridad alimentaria, de forma que permitan una inspección y una supervisión en línea y en tiempo real.
Y esto no es una utopía, sino una clara tendencia reflejada en iniciativas de organismos internacionales el ‘New Era of Smarter Food Safety’ (Nueva era de la seguridad alimentaria más inteligente) de la FDA de EEUU, o el ‘Race to the Top’ (Carrera hacia la cima) del GFSI, que propone una mejorar de forma colaborativa la supervisión del ecosistema GFSI para mejorar la confianza, transparencia y la fiabilidad de las auditorías de certificación reconocidas por GFSI.
Pero no son los únicos, ya que países como China o Australia, exigen que cualquier producto importado cumpla con la trazabilidad integral, integrándose en la información de la cadena de distribución, en formato digital.
Qué implica la trazabilidad total
La trazabilidad total de un producto exige a los fabricantes alimentarios establecer sistemas que permitan la recogida de datos en todas las fases de la producción, asegurando así la seguridad alimentaria del producto elaborado.
La ingente cantidad de datos que deben recopilarse y procesarse de forma permanente, exige un proceso de digitalización adecuado, que además mejorará también otras áreas de la empresa, optimizando recursos y aumentando la eficacia de los procesos de producción, almacenamiento y compras, entre otros.
La digitalización es solo el primer paso de un largo y complejo proceso. Veamos cuáles serían los pasos a seguir en una industria alimentaria para contar con un sistema de seguridad alimentaria digital:
1. Auditoría de Datos y de Procesos
En esta fase deberemos analizar cómo realizar la recogida de datos de forma eficaz y con qué formato y medio digital se mostrarán en toda la cadena de valor para que sean accesibles y útiles.
Habitualmente las empresas del sector que tienen certificaciones de seguridad alimentaria como IFS o BRC, disponen de procesos y datos de seguridad alimentaria bien documentados, con sus sistemas APPCC y PCC totalmente identificados, así como los controles de calidad establecidos para garantizar la seguridad alimentaria en todas las etapas de producción.
Sin embargo, tanto los soportes en que se recopilan los datos, como las diferentes tecnologías que emplean máquinas y trabajadores para su registro, puede dificultar su intercomunicación e integración.
2. Diseñar el Plan de Digitalización
Debemos ser conscientes de la importancia del intercambio de datos entre los diferentes sistemas que tengamos en la empresa, para poder contar con una Trazabilidad Digital. Por lo que en esta fase deberemos identificar soluciones tecnológicas específicas que definan qué datos precisamos, cómo los recogemos e integramos en los sistemas de información, y cómo se explotan para obtener la información exigida por nuestros clientes o nuestra empresa.
En resumen, la tarea consiste en analizar el conjunto de datos, convertir los procesos analógicos en digitales y encontrar una solución adecuada para la gestión de datos en la nube. Deberán identificarse soluciones, proveedores, costes y tiempos de implantación y explotación.
3. Capacitación interna
El éxito de la digitalización en una empresa se basa en la adopción de las nuevas tecnologías por parte de los trabajadores, principales usuarios de los nuevos sistemas y también, una de las barreras más habituales y resistentes.
Para bajar esa resistencia, deberán diseñarse acciones de formación y acompañamiento adecuados a cada puesto, para hacer una transición paulatina y segura.
4. Implicación de la dirección
Los cambios que provoca un proceso de digitalización debe ser liderado por la dirección y los cargos de responsabilidad de la empresa, que deben estar directamente implicados en todo el proceso, y apoyarlo de forma clara y decidida.
Esto implica crear un grupo de trabajo multidepartamental y con trabajadores de diferente nivel de responsabilidad y tareas, que recoja , no solo las ventajas que esto conlleva, sino también las inquietudes, miedos, inconvenientes y resistencias internas, y diseñe estrategias para superarlas.
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